¿Ha pensado alguna vez que su relación de pareja es sólo rutina y una fuente inagotable de frustración y resentimiento? ¿Que a pesar de los años invertidos en tratar de que él o ella cambien, comprendan lo que usted siente, sean más “empátic@s” no ha podido lograrlo? ¿Que ahora, que los hijos ya son más independientes y que hay más tiempo para estar juntos, la distancia, el desinterés y la rabia se hacen más y más poderosos?
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