Aunque no hay duda de que cada persona es única y que, por ende, la resolución de sus conflictos
dependerá de estrategias específicas, cuando hablamos de acciones preventivas, las investigaciones
apuntan a que existen cuatro dimensiones comunes a todos los individuos, que nos permiten
aumentar nuestro bienestar y disminuir el riesgo de experimentar estrés.