Ya hemos revisado en artículos anteriores, dos de los cuatro componentes que se han consensuado
como pilares de la salud mental; el dormir y la alimentación. Hoy les hablaré del tercero: el ejercicio
físico. La ciencia nos ha demostrado que luego de realizar actividad física, lo que es vivido por
nuestro cuerpo como un “estrés saludable”, se liberan en nuestro organismo neurotransmisores
como dopamina y endorfinas, sustancias que impactan positivamente en nuestro estado de ánimo,
además de facilitar el aprendizaje, la conciliación del sueño, el control motor y proporcionarnos
analgesia, entre muchas otras bondades.