Una de las grandes dificultades emocionales, es no saber poner límites. Situación que suele provocar diversos conflictos, que por lo general, terminan arrastrando consecuencias en el diario vivir. Como vivimos todos en comunidad, es importante aprender a reconocer donde termina mi libertad y comienza la tuya; para así poder construir vínculos sanos, basados en la confianza y en el respeto.
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