En situaciones como las que estamos viviendo, cada persona afronta las circunstancias de un modo muy diferente, bien por sus características personales, psicológicas o emocionales, bien por sus creencias o educación. Afrontar una situación o situaciones, implica que pongamos en marcha diferentes estrategias o recursos que requieren un esfuerzo con la finalidad de superar, adaptarnos o resolver lo mejor posible los retos y dificultades.
Por tanto, el afrontamiento requiere la puesta en práctica de un abanico amplio pensamientos y conductas en continuo cambio para poder adaptarnos a las necesidades y demandas. Si estas demandas o necesidades (tanto internas como externas) sentimos que nos desbordan, superan o bloquean, debemos buscar la forma más adecuada de poder afrontar aquellos cambios no deseados o cuando las consecuencias de estos sucesos no son las que deseamos.
Recomendaciones generales para Afrontar el Covid-19:
- Revisa cómo afrontas esta situación. Céntrate en lo que sí puedes hacer y no en tus limitaciones. Busca soluciones, no anticipes, céntrate en datos objetivos.
- Refuérzate por cada tarea, dificultad, meta u objetivo que estés logrando superar, por pequeño que pueda parecerte. Esta situación, sin duda, es una experiencia dura, pero puede ser muy enriquecedora y de gran crecimiento personal.
- Retoma actividades pendientes, alimenta tu mente, aprovecha este tiempo para aprender algo que te guste y enriquécete (música, visitas virtuales a museos, exposiciones, etc). Disfrutar del tiempo de ocio. Podemos hacer todas aquellas cosas que queríamos hacer y que no teníamos tiempo: ese libro que llevas años deseando leer, esa serie que tantas veces te han recomendado… o incluso aprender cosas. Esto te ayudará a estar entretenido y distraído y aumentará tu satisfacción personal.
- Relaciónate con otros, aprovecha la estancia en casa para recuperar la comunicación con las personas con las que convives y mejorar las relaciones que hemos podido descuidar por la falta de tiempo; comer todos juntos, ver películas, hablar, jugar juntos, etc. Si no compartes la casa con alguien, es fundamental no sentirte solo; la distancia física no debe ser sinónimo de la emocional. Para ello puedes aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías y hacer videollamadas, jugar a juegos online, mantener contacto por mensajería instantánea, etc. No te aísles, es importante no descuidar tus amistades y ñas personas que son significativas para ti.
- Haz pausas. Levántate, mueve tu cuerpo un poco cada hora, bebe agua, estírate. Sal a tomar un poco de sol, a respirar fuera de la habitación o lugar donde estés trabajando es estudiando.
- Descansa de la pantalla. El teletrabajo y las clases online implica un uso excesivo de dispositivos electrónicos para cumplir con las tareas y objetivos y mantenerse en contacto con el resto de compañeros. Pero no abuses, ponte una hora para apagar el computador.
- Selecciona cuándo, cuánto y cómo informarte sobre el Coronavirus. Dedica el tiempo justo y hazlo en fuentes oficiales y fiables.
- Es importante hacer ejercicio y mantenerse activo físicamente. Ponte creativo o busca información para “entrenar en casa”. Conéctate a alguna clase virtual, haz estiramientos, camina por casa, sube y baja escaleras, baila. Sentir que nos cuidamos aumenta nuestra percepción de control y satisfacción, y la actividad física, libera endorfinas que reducen nuestro estrés, y mejoran nuestro ánimo.
- Mantén un buen autocuidado · Adquiere/mantén hábitos de alimentación saludables. Muchas veces con la falta de tiempo optamos por comer cosas fáciles de elaborar: precocinados, frituras, comida rápida. Podemos aprovechar el tiempo en casa para elaborar comida sana e incluso aprender nuevas recetas. · Debemos mantener un hábito de higiene adecuado. La higiene no es solo para salir a la calle y estar en casa no significa pasarnos los días en pijama, sin ducharnos, vestirnos o peinarnos.
- Practica Ejercicios de Respiración o Meditación, que te ayudarán a desarrollar la calma y a estar más centrado en el presente, ya que la incertidumbre de no saber qué pasará en un futuro en general provoca más ansiedad.
- Propicia y practica el buen humor, sonríe, oriéntate hacia lo bonito, divertido y agradable. Pon tu atención en descubrirlo. Afortunadamente hay muchas cosas que nos pueden generar gratificación. Ríete, no te olvides del humor, de las actividades divertidas.
- Observa tus emociones, acéptalas, no te asustes por sentirlas, permítete estar mal, si te siente así, normalízalo y compártelo con los tuyos. Si las emociones son intensas y te bloquean, si tus miedos anticipatorios y tu angustia dirigen tu día, si estás en un momento de mayor vulnerabilidad emocional, pide ayuda a un profesional de la salud mental.
Podemos definir la salud como el estado de completo bienestar y no solamente la ausencia de patologías o enfermedades. No obstante, a pesar de que nos puede ser complicado mantener este estado completo de bienestar, es nuestra mente y nuestros pensamientos los que pueden incidir en el agravamiento de las enfermedades físicas y psicológicas. Estos pensamientos pueden, por ejemplo, aumentar las sensaciones de dolor físico y emocional e incluso debilitan nuestro sistema inmune. Por tanto, el autocontrol, la conciencia y el manejo de los pensamientos, no solo nos permitirán lidiar mejor con las enfermedades que padezcamos, sino que reducirán además su intensidad y nos permitirán fortalecer nuestras defensas, disminuyendo el riesgo y los posibles síntomas del contagio.