“Mens sana in corpore sano”
Esta es una antigua expresión en latín que significa mente sana en cuerpo sano. Indica que hay que preocuparse de la salud del cuerpo y también de la salud de la mente. No sólo eso; preocuparte de tu salud corporal repercute positivamente en tu salud mental. Así, si evitas las drogas y el alcohol protegerás tu salud corporal y mental. Tener hábitos de vida sanos y una alimentación saludable te previene en parte, de enfermedades físicas y mentales.
Se ha estudiado que cuando realizas ejercicio físico continuo se produce la liberación de endorfinas, serotonina, dopamina, encefalina y endocannabinoides (que contribuyen en la reducción de los niveles de ansiedad y estrés).
Se ha llamado a la serotonina, la hormona de la felicidad. El cuerpo la empieza a secretar después de media hora de movimiento corporal continuo. Cuando aumenta sus niveles genera sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción. También producen este efecto la endorfina, oxitocina y dopamina.
Todo esto provoca efectos beneficiosos desde el punto de vista fisiológico, psicológico y social. Incluso se estudia ahora, si puede producirse una regeneración neuronal realizando ejercitación física.
Al realizar ejercicio físico te puedes cansar, pero también sientes una sensación de alegría y bienestar. Por supuesto es un factor protector de tu salud mental.
Así, puedes producir en tu cuerpo tus propias sustancias para sentirte mejor de ánimo, sin ingerir ningún medicamento. Existe una conexión mente-cuerpo.
Se recomienda realizar cualquier actividad física sobre media hora tres veces a la semana. Puede ser caminata enérgica, bicicleta (fija o de paseo), trote, trekking, baile, tai chi, etc.
No es necesario pagar un gimnasio, ni comprometerse con un horario fijo.
¡Sólo basta empezar a moverse!