Lo que primero que pensamos al definir la palabra Compasión es la que plantea la Real Academia Española: “Sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien”.
Sin embargo, es necesario aclarar que la compasión tal y como se entiende en el campo del Mindfulness y la psicoterapia no tiene nada que ver con sentir lástima por alguien, sino que se refiere a “La sensibilidad y apertura al sufrimiento propio y el de los demás unida a la motivación de aliviarlo y prevenirlo”.
Por su parte, la terapia centrada en la compasión CFT (Compassion Focused Therapy) es una modalidad de terapia desarrollada por Paul Gilbert para tratar con pacientes con altos niveles de vergüenza y autocrítica, cualidades que están en la base de una gran diversidad de trastornos psicológicos.
Se ha demostrado que la CFT trata eficazmente los problemas emocionales a largo plazo, incluidos los trastornos de ansiedad, los trastornos del estado de ánimo, los trastornos de la personalidad, los trastornos alimentarios, entre otros, al abordar los patrones de vergüenza y autocrítica, que pueden contribuir significativamente a los problemas de salud mental.
La terapia de CFT sugiere que los humanos tienen al menos tres sistemas diferentes de regulación de emociones: un sistema de amenaza y autoprotección, que genera enojo, asco o miedo para protegernos (sistema rojo) un sistema de impulso y entusiasmo, que nos motiva a buscar recursos externos como compañeros, parejas, comida y estatus (sistema azul); y un sistema relajante y de seguridad social, que se activa cuando nos sentimos lo suficientemente pacíficos y contentos como para que ya no nos veamos obligados a buscar recursos externos (sistema verde)
La enfermedad mental puede resultar, en parte, de un desequilibrio entre estos tres sistemas. Es posible que las personas con alta vergüenza y autocrítica no hayan tenido suficiente estimulación de su sistema calmante temprano en la vida, y demasiada estimulación de su sistema de amenaza. Como resultado, pueden tener problemas para ser amables consigo mismos o para sentir la amabilidad de los demás. Pueden ser muy sensibles a las críticas o al rechazo, ya sean reales o percibidos, e internalizar esa desaprobación. El objetivo de CFT es corregir este desequilibrio en los sistemas de regulación de emociones.
Vista así, la compasión involucra dos procesos. El primero es el coraje de volverse hacia, relacionarse y entrar en contacto con el dolor y el distrés, en vez de optar por evadirlo o ignorarlo. El segundo es la disposición a adquirir la sabiduría que necesitamos para responder adecuadamente frente al sufrimiento.
Investigadores de todo el mundo están descubriendo que al cultivar la compasión estimulamos varios sistemas fisiológicos que son excelentes para nuestra salud y felicidad, promoviendo también conductas éticas y pro-sociales de las que nos podemos beneficiar todos.
Como ya vimos, la compasión no se trata solo de ser amable o suave y ciertamente no es una debilidad. Es una de las declaraciones de fortaleza y coraje más importantes entre los seres humanos. La compasión es difícil y poderosa, es contagiosa e influyente. Y de manera crucial, quizás sea el único lenguaje universalmente reconocido con la capacidad de transformar el mundo.