¿Cuándo uno debe decir “hasta aquí llega esto”, cómo lo digo, a quién se lo digo, en qué momento lo digo?, la respuesta parece ser obvia verdad; “Esto llega hasta aquí” cuando siento que mis derechos son pasados a llevar por cualquier persona con la que interactuó en cualquier tipo de situación.
No obstante lo anterior, la dificultad para establecer límites y ser asertivo es un motivo de consulta bastante frecuente en psicoterapia. Para algunas personas es muy difícil, y se ven muchas veces sobrepasadas por el alto nivel de estrés negativo que se genera en ellos, verse enfrentados en este tipo de situaciones. Debemos considerar además que existen personas que no sólo no han desarrollado de manera adecuada la forma de establecer sus límites y ser asertivos, sino que por el contrario, establecen sus puntos de vista de manera impositiva y a veces agresiva.
La capacidad y habilidad de decir que no, es decir, de establecer límites asertivamente en una determinada situación no es fácil, ya que influyen en esto variables psicológicas, familiares, sociales, de aprendizaje, de desarrollo, de contexto y relacionales, por nombrar algunas. Cada una de estas puede influir de manera concreta en la forma en que una persona será capaz de establecer sus límites de manera asertiva.
Aprender a establecer límites y ser asertivo es importante y positivo porque hace que las personas se hagan responsables de la “forma y fondo” en cómo se comunican con los demás, es decir, se deben ocupar de ser capaces de decir lo que incomoda, lo que no gusta, lo que molesta, de lo que no se está de acuerdo, sin ser agresivos, sin caer en la mala educación, sin pasar a llevar al otro o a los otros. El conflicto por tanto, no siempre es negativo, al contrario, puede generar movimiento, apertura y flexibilidad permitiendo implementar acciones de mejora, que favorecen las relaciones inter personales y el ambiente de todos los involucrados.