¿Sabían ustedes que tendemos a volver a aquellos lugares donde fuimos felices?… Así es, nuestros recuerdos están afianzados en nuestra memoria de acuerdo a la emotividad que conlleve. Si es una emoción positiva, disfrutaremos recordarlo y miraremos nuestro pasado con nostalgia y alegría; pero si son negativos, despertarán en nosotro tensión, estrés y a angustia, por lo que trataremos de evitar recordarlo.
Nuestra memoria va conectando nuestras vivencias con anclas emocionales, es decir, la emotividad que vivimos en el momento hará que dicha experiencia sea recordada con mayor o menor intensidad. De ahí que tendamos a recordar y mirar lo que nos ha hecho feliz en la vida., y evitar traer al presente, aquello que nos recuerda dolor y pena.
Vivimos en una época maravillosa, en donde podemos registrar con fotos y videos nuestros momentos vitales, lo que nos permite disfrutar de la nostalgia de remorar lindas experiencias. Usa la tecnología a tu favor y guarda en forma ordenada tus recuerdos, de modo de construir una nostalgia positiva, que te haga querer volver al pasado. Pero también no abuses, teniendo que registrar todo, pendiente de grabar en vez de disfrutar tu presente.
Atesora entonces esos lugares donde fuistes feliz, y vuelve a visitarlos, reviviendo aquellas emociones positivas que marcaron tu vida.