Una situación de vida que siempre va a generar ansiedad en nosotros es enfrentarnos y presentarnos a personas desconocidas en el primer día en un nuevo trabajo.
No es un tema menor en personas que inician su vida laboral por primera vez, como tampoco lo es en aquellos que ya llevan años trabajando en una misma organización y que por algún motivo debieron buscar nuevas oportunidades. También presentaran ansiedad aquellos que buscan mejores condiciones laborales, búsqueda que responde por lo general a una motivación intrínseca por encontrar un cargo con mayor responsabilidad, mayor jerarquía, mejor sueldo, mejores beneficios, etc.
En todos estos casos la ansiedad va a estar presente, y en un alto nivel, por la siguiente razón “seremos evaluados”, es decir, pasaremos por un proceso de reclutamiento y selección, que para la mayoría de las personas suele ser lento, largo, poco explicativo y a veces poco agradable por la incertidumbre que genera el proceso en sí; y en otras oportunidades por la falta de entrega oportuna, adecuada y respetuosa de los resultados, responsabilidad de los profesionales a cargo del proceso.
Ahora bien, y asumiendo que sorteamos positivamente el proceso de reclutamiento y selección, debemos poner atención en nuestros síntomas, propios de la ansiedad que se nos produjo durante todo este tiempo de evaluación. Estos síntomas son casi siempre los mismos en la mayoría de las personas “dolor de estómago, colon irritable, transpiración de manos, dolor de cabeza, insomnio, falta o aumento de apetito, mal genio, etc.”. Se espera que haya una disminución de estos síntomas una vez conocido el resultado (positivo en este caso), por tanto, los síntomas debieran disminuir a veces de a poco, y otras como por arte de magia, todos de una sola vez… Sin embargo, lo anterior solo durará hasta que llegué ese primer día, ese en que debemos enfrentarnos y empezar a relacionarnos con personas totalmente desconocidas.
Otros síntomas del Primer día que pudieran ocurrir, serán que vamos a despertamos temprano sin necesidad de despertador, nuestro colon se transformará en un colon irritable y se manifestará temprano también; y claro, como siempre se debe esperar que puede pasar algo no previsto, es decir, variables intervinientes, lo que disparara nuestro nivel de ansiedad, que si lo pudiéramos medir, estaría en la zona roja como cuenta revoluciones por minuto.
Debemos entender entonces que, como homo sapiens cuando nos vemos en inmersos en situaciones nuevas, frente a personas desconocidas, en contextos donde no nos sentimos cómodos porque no hay confianza, tenderemos a emitir conductas de evitación, de escape o defensa, al igual que nuestros antepasados cuando salían de cacería; y al igual que ellos, nuestra amígdala empezara a enviar señales de alerta a todo nuestro cuerpo dejándonos en un estado de alerta, es decir, ansiosos y estresados.
¿Y qué podemos hacer entonces los días previos?… Varias cosas, que pueden ir desde realizar técnicas de relajación o manejo del estrés, yoga, ejercicio, pasear o hacer actividades que sabemos que nos relajan, pero lo más importante es comprender que esta ansiedad y estrés es absolutamente normal por lo explicado en el párrafo anterior.
¿Y una vez ya instalados en la oficina qué podemos hacer?… Emitir conductas amables, respetuosas y comunicativas que posibilite que los otros nos perciban y reciban de la misma forma para llegar a generar relaciones confiables con el paso del tiempo. Al emitir conductas como las señaladas anteriormente, los mecanismos de defensa se eliminarán en ambas partes y la ansiedad disminuirá de manera adecuada en todos, posibilitando un ambiente laboral sano y por sobre todo grato donde dan ganas de ir a trabajar.
Finalmente, como psicólogos de “Tusaludmental.cl” O “Psicologosencasa.com” les sugerimos tener en cuenta lo siguiente “A las personas las contratan por sus aptitudes, pero las despiden por sus actitudes”. Por tanto, debemos tener conciencia de quienes somos, de nuestras virtudes y de nuestros defectos, de lo que hemos hecho bien y de lo que hemos hecho mal en nuestros trabajos anteriores en caso que así sea, y en el caso de que sea nuestro primer trabajo pensar que si estamos ahí es por algo y ser optimistas de lo que podremos alcanzar con esfuerzo y perseverancia.