La incertidumbre es la falta de conocimiento sobre eventos futuros. Los seres humanos vivimos constantemente con este sentir, en tanto no se pueda predecir el futuro. Para muchas o muchos es vista como una oportunidad, un cuadro en blanco que puedo yo mismo decidir cómo pintar, pero para otros y otras puede resultar muy incómodo ya que por el bien de nuestra supervivencia necesitamos tener respuestas. Estudios recientes señalan que la incertidumbre es algo maravilloso, en tanto permite a nuestro cerebro tornarse más creativo y llegar a un estado de pensamiento mayor. En los casos cuando lo anterior no sucede y la incertidumbre se convierte en un pensamiento rumiante, un impedimento, un lastre o un limitante para nuestra vida y sólo propicia la liberación de químicos asociados al stress produciendo en nosotras y nosotros un estado de alarma permanente, podemos estar frente a un estado ansioso que principalmente se caracteriza por miedo al futuro, sensación de muerte, aumento de frecuencia cardiaca, preocupación permanente etc. En estos casos de suma importancia consultar a un especialista para recuperar nuestra homeostasis psíquica.
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