El sentido del humor es una de las características de la Resiliencia. Nos permite sobrellevar la adversidad, la incertidumbre, el estrés, las tensiones y a veces también el dolor.
Al reírte produces cambios musculares y neurofisiológicos que afectan a nivel digestivo, respiratorio, cardíaco, entre otros. Liberas endorfinas (conocida como la hormona de la felicidad), serotonina, dopamina; que son sustancias que te producen una sensación de bienestar y agrado. Si la risa es frecuente, se dice que mejora el insomnio, previene infartos y mejora el sistema inmunitario
La risa es un mecanismo autoprotector, nos relaja, ayuda a la depresión y a la ansiedad.
Nos reímos de lo absurdo, de lo exagerado, de lo fuera de lugar, de nosotros mismos…
Tener la capacidad de reírnos de nosotros mismos también es importante, podemos reconocer que nos equivocamos en decir o hacer algo mal que al final resultó divertido. Así superamos el temor al ridículo.
Si acumulamos frustraciones, enojos, tristezas y no las trabajamos en terapia o con inteligencia emocional, podemos ir desarrollando una actitud amargada y de enojo permanente. Démosle al humor y a la risa un lugar importante.
Esto debe ser con respeto a los demás y no a costa de los demás y debe ser apropiado a las situaciones sociales en las que nos desenvolvemos.
¡¡Bienvenidas las risas y las sonrisas!!