Es la falta de interés o deseo por lograr placer sexual, ya sea con una pareja o consigo mismo.
Puede formar parte de la anhedonia, que es la pérdida del interés y la capacidad de disfrute de todas las actividades de la vida y es un síntoma de los cuadros depresivos graves, se da junto con otros síntomas como aislamiento social, trastorno del sueño y del apetito, falta de energía, decaimiento y pesimismo.
Si la persona disfrutaba con su pareja de las relaciones sexuales y tenían una adecuada comunicación erótica, que ahora ya no quiera tener intimidad y que rechace los encuentros sexuales, -sin que se deba a un cuadro depresivo- hay que considerar los siguientes factores:
- Estrés: la respuesta sexual humana puede verse afectada tanto en el estrés agudo, crónico y traumático. La pandemia ha ocasionado problemas en nuestra salud mental y uno de ellos puede ser desinterés por lo erótico.
- Efectos secundarios de medicamentos y trastornos hormonales pueden provocar baja de libido.
- Lesión en la zona genital fomenta que se asocie actividad sexual con molestia o dolor y provoque conductas evitativas.
- Factores situacionales como visitas en el hogar, estar de allegados, más personas durmiendo en la habitación.
- Sospecha de infidelidad o recuerdo de infidelidad anterior.
- Represión sexual debido a principios religiosos (asociar lo sexual con pecado o impúdico), o traumas por abuso sexual no superados.
Hay que distinguir si es falta de interés a tener relaciones sexuales con otra persona pero se realiza masturbación. En este caso hay que indagar en la dinámica y problemas que pueda haber con la pareja.