En los últimos años, estudios avalan la importancia de la regulación emocional como variable importante para el desempeño y bienestar de adultos, niños y adolescentes, dado que, es reconocido como las emociones pueden beneficiar nuestra salud y vida cotidiana y como también pueden perjudicarla, y que esto depende en su gran mayoría, de la capacidad personal para regularlas con éxito y eficacia.
Para los adolescentes que transitan por un proceso complejo, por encontrarse en un hito importante del desarrollo lleno de cambios tanto físicos como psicológicos, se torna complejo la regulación emocional, sobre todo si este no ha recibido una educación emocional efectiva; de ahí radica la importancia de validar las emociones desde la infancia, enseñar a reconocer estas emociones y reaccionar frente a estas de modo de encontrar la forma de actuar y saber manejarlas sobre todo las que no les son agradables, debemos pensar que la adolescencia es una etapa que brinda grandes posibilidades para el aprendizaje, el desarrollo de fortalezas, y un importante valor adaptativo, por lo tanto la invitación es a entregar estrategias adecuadas de afrontamiento, ya que una adecuada regulación emocional favorece relaciones sociales satisfactorias y un desarrollo socioemocional adecuado.