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Privación del sueño como herramienta terapéutica.

La privación del sueño es un rápido tratamiento para el episodio depresivo mayor. Sin embargo, este efecto es transitorio, alrededor del 80% de los que respondieron a la PS presentan recaída después de una noche de sueño, incluso con una breve siesta diurna.

Consiste en que la persona no duerma, habitualmente con participación de terceros que lo ayudan a mantenerse despierto, durante toda la noche y al día siguiente, o en la segunda mitad de noche , incluida la suspensión de la siesta, de manera que recién puede dormir la noche que viene. Los individuos mejoran su sintomatología depresiva tras mantenerse despiertos cerca de 36-40 horas y el alivio se produce con frecuencia durante la noche de la privación de sueño o en la mañana en 50-60 % pacientes. Desafortunadamente el efecto es transitorio. Sin embargo el procedimiento se puede repetir cada 3-4 días según la tolerancia e interés de la persona, incluyendo a la familia, puesto que es posible realizarlo en el domicilio. La favorable mejoría del ánimo, aunque transitoria, estimula la esperanza del enfermo depresivo y su familia, especialmente cuando diferentes tratamientos han sido infructuosos. Es una manera de demostrar que la potencialidad para la mejoría está presente.

La privación de sueño parcial , sería tan efectiva como la privación total de sueño y se obtiene mayor beneficio cuando se evita el sueño de la segunda mitad de la noche; además puede ser mejor tolerado. Los problemas con la PS son la incomodidad por mantenerse despierto; por otro lado, no se debe aplicar en pacientes con aceleración maníaca . Cuando a la repetición del ciclo de PS, se adiciona terapia de luz brillante en la mañana, tendría un rápido impacto favorable en la ideación suicida de pacientes con depresión.

Pedro Retamal

Psiquiatra Adultos