Muchas veces tenemos dificultades para evaluar si nuestro malestar o sufrimiento es “normal” o excesivo. Si es por una reacción a un momento difícil en la vida, o se trata de un problema que requiere de ayuda profesional. Si bien para iniciar un proceso de terapia basta el propio interés por mirarse y trabajar en nuestros conflictos, a continuación, 10 señales de alarma de que es momento de buscar ayuda con tu salud mental
1. Experimentas dificultades significativas para enfrentar actividades del día a día.
Enfrentar los desafíos de la vida cotidiana constituye una habilidad esencial para una vida adulta plena. Si notas que estás experimentando un deterioro en tu funcionamiento, o sientes que debes esforzarte en exceso para completar actividades que antes te parecían sencillas puede ser una señal de que requieres de una evaluación profesional.
2. Experimentas cambios bruscos de humor.
Esto puede manifestarse como una reacción demasiado intensa a algo que te ocurre, como en algunos trastornos de la personalidad. Bajas de ánimo sostenidas en el tiempo, con dificultad para disfrutar de situaciones que antes eran placenteras como en la depresión. O un humor exaltado y festivo que dura días o semanas como en el trastorno bipolar. En cualquiera de estos casos, una consulta oportuna permitirá obtener ayuda.
3. Sientes tristeza, desesperanza o falta de energía.
Si sentimientos como estos te agobian gran parte del día, y además tienes dificultad para disfrutar de actividades que antes resultaban placenteras, es posible que estés sufriendo un trastorno del ánimo como la depresión.
4. Te sientes preocupado o inquieto la mayor parte del tiempo.
Vives pensando en lo que viene, tienes dificultades para enfocarte y experimentar el momento que estás viviendo. De un momento a otro sientes que estás viviendo en un entorno peligroso que te obliga a mantenerte alerta.
5. No logras recuperarte del impacto de un evento reciente.
Si has experimentado un trauma en tu vida, ya sea recientemente o en el pasado, es posible que siga afectando tu vida de múltiples maneras. Pesadillas, imágenes o escenas perturbadoras que vienen a tu mente o emociones intensas y dolorosas son algunas de las posibles manifestaciones.
6. Has considerado que morir puede ser una salida.
Parece que todo mejoraría para tus seres queridos si no estuvieras. O que la muerte es la única forma de dejar de sufrir.
7. Utilizas alcohol, drogas ilícitas o fármacos sin prescripción médica para sentirte mejor.
El uso de sustancias (legales o no) o de conductas potencialmente riesgosas para aliviar algún tipo de sufrimiento puede ser un camino peligroso de transitar, con posibles secuelas físicas, psíquicas, económicas y sociales
8. Explotas ante las más mínima provocación.
La irritabilidad excesiva, y un mal manejo de la ira pueden ser una señal de que necesitas ayuda. Esto puede deteriorar profundamente tus relaciones sociales y laborales, además de exponer a quienes te rodean a situaciones violentas, podría incluso llevarte a tener problemas con la ley.
9. Sufres temores irracionales que interfieren con tu vida.
El miedo puede volverse en ocasiones una experiencia no solo desagradable si no también paralizante. Con gran impacto en la vida cotidiana a consecuencia de las conductas que se ponen en acción para evitar exponerse a lo que desencadena el miedo. Como viajar muchas horas por tierra para evitar volar. O incluso ser incapaz de salir a la calle por miedo a enfermar.
10. Estás teniendo una relación problemática con la comida
Te recompensas con comida, comes grandes cantidades de alimentos hasta sentirte enfermo. Tu apetito ha disminuido, o se ha distorsionado tu imagen corporal y te ves a ti mismo como si pesaras mucho más de lo que indica la balanza.
Sin duda existen muchas otras buenas razones para consultar con un profesional de la salud mental, pero si te has sentido identificado con alguna de estas señales de alerta, probablemente te beneficies de un tratamiento especializado.
Felipe Allende Castro Psiquiatra Adultos