A diario escuchamos sobre los múltiples beneficios de realizar actividad física regular para mejorar nuestra salud y bienestar general.
Un artículo publicado en el journal of affective disorders vol 202 (2016) (doi: 10.1016/j.jad.2016.03.063) reveló que en el caso de las personas que sufren Depresión mayor el ejercicio físico ha mostrado ser efectivo tanto como monoterapia como en asociación con el tratamiento combinado de psicoterapia y medicamentos.
- Quienes realizan actividad física obtienen mejores resultados en el control de sus síntomas que quienes no reciben ningún tratamiento
- Al comparar actividad física con tratamiento tradicional (psicofármacos y/o terapia psicológica) el efecto del ejercicio por sí solo es poco significativo
- Quienes reciben tratamiento tradicional y además practican ejercicio, obtienen mejor control de sus síntomas.
Actualmente la OMS recomienda a los adultos acumular a lo largo de la semana un mínimo de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien un mínimo de entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa para obtener beneficios para la salud. Si este objetivo te parece demasiado lejano, la buena noticia es que existe evidencia de que hasta 1 minuto al día de actividad aeróbica intensa (saltar la cuerda muy rápido) puede modificar tu salud de manera positiva al comparar con quien no se ejercita nada Además este beneficio aumenta con cada minuto de entrenamiento hasta un punto en el que el exceso de ejercicio se convierte en un problema. Pero esto puede ser tema para otro día.